Nuestras cosas.

Podría estar contando su historia...

viernes, 9 de marzo de 2012

Cifras

Había por lo menos cien mil personas caminando por el mismo lugar pensando veinte mil cosas distintas.
 
Estabámos sentados en una esquina millones de palabras flotaban. Yo me recostaba en él y sentía tres millones de cosas a la vez, y él seguía mirando hacía la otra esquina con la esperanza de marcharse, cerré los ojos y lo besé como siempre pero él sólo me besó y siguió parloteando sobre mil cosas más.

Le tomé la mano y le dije que lo amaba como jamás podría amar a nadie, él sólo me sonrió, y sí, con esa sonrisa afanada e insípida después de un silencio incomodo se marcho, yo me quede sentada y tres mil seiscientos segundos después seguía sin entender y sólo pensaba ¿será el clima, la noche, la brisa?
 
Pasó como siempre pasa y seguirá pasando: dejó de importar después de quinientos y un días.
 
Después de todo la última noche que nos vimos se despidió con un beso en la frente...

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