A veces lo extraño, aquella tarde recuerdo que estábamos uno al lado del otro pensando ¿qué pasará mañana?, su respiración nunca dejó de estar cerca de mi. Siempre sonreía aunque todo estuviese mal.
Prometió llevarme al cielo y juró que podría tocarlo; juró que en los momentos más felices de mi vida él estaría allí.
Siempre estuvo allí, también recuerdo el día en que sólo lluvia caía y él seguía repitiendo "Todo podrá ser gris, pero tú a mi lado...basta"
jamás me juró amor eterno, yo menos lo hice. El solía arruinar los momentos llenos de "magia" pero luego todo se volvía color pastel. Caminé tanto a su lado que olvidé hacerlo sin él, jamás me arrepentí de darle todo; se lo pedí al final del viaje.
Una noche como hoy extraño su presencia incluso llego a extrañar su sonrisa y su cara de copo de nieve en pleno sol. Olvidé que jamás lo tuve así de cerca como ahora, incluso cuando lo besé lo tuve muy lejos de mi.
El cielo se torna gris clarito, se torna como esas tardes de sólo tú- sólo yo, se torna con tono melancólico y olvidadizo, se torna como debe ser.
Si pudiera volver a nacer, no me gustaría conocerlo, no me gustaría volver a enamorarme, no me gustaría...no me gustaría ni siquiera tenerlo.
Si pudiera volver a nacer ojalá recordara que lo tuve y que lo perdí y que fui feliz, en ese momento no necesitaría mas que un vago recuerdo de él.
